SI LO QUE VAS A DECIR NO ES MÁS BONITO QUE EL SILENCIO, ENTONCES NO LO DIGAS

"SI LO QUE VAS A DECIR NO ES MÁS BONITO QUE EL SILENCIO, ENTONCES, NO LO DIGAS"
Esta frase la escuché por primera vez en el Campamento Masculino, en ese momento, todos estabamos formados como militares, cuando un jefe italiano la dijo, el objetivo, como en las demás Formaciones de Bandera (así era como se le llamaba a ese acto) era comentar la frase, y como en todas las formaciones, los que querían comentarla lo hicieron.
Muchos hablaban sobre el cuidado que se debía tener al decir algo, porque sin darnos cuenta podríamos estar dañando a otras personas, o mejor dicho la estamos CAGANDO. Esta entrada se la dedico a mi papá porque muchas cosas que dice las dice sin medirlas.
Mi papá es un hombre que jamás ha sido cómico y si dice algo que da risa, entonces repite la broma hasta literalmente CAGARLA y a veces hasta RECONTRACAGARLA. Normalmente hace esto cuando mi mamá se ríe de algo que hace, no sé si lo hace para impresionarla pero realmente la termina cagando.
Por ejemplo mi papá siempre cree cómico hacerle bromas al niño del piso 4, que es arabe.
La otra vez pasó esto...
Estabamos en el ascensor, cuando se detuvo de repente en el piso 4, en mi cabeza sabía quien aparecería cuando las puertas abrieran, pero trataba de ignorarlo y pensar que fuera otra señora, lo cierto es que cuando las puertas se abrieron, lastimosamente no me había equivocado.
-Señor va bajando
-No - contestó sarcasticamente mi papá- voy subiendo JAJAJAJAJAJAJAJA
"jajajajajaja RIDICULO" pensé yo, era increible como yo teniendo 15 años era más maduro que mi papá.
En ese momento mi papá se volteó a ver a mi mamá, como quien dice un chiste malo y abre los brazos para esperar que alguien se ría pero nadie dice nada, y, en efecto, nadie dijo nada.
En otra ocasión mi papá se encontró al niño por el pasillo y éste le dice
-Señor me podría cuidar la bicicleta
Y mi papá como siempre sin pensar (pareciera que sus neuronas no hicieran sinapsis para analizar la información) le responde:
-Es que qué ¿Tengo cara de vigilante?
Y a unos pocos metros de nosotros estaba el vigilante del edificio. Mi papá hizo su risa de Santa Claus, la cual terminaba siempre de la misma manera, con una fuerte tos.
Es por eso que, si la vas a cagar mejor no hables

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