MiniNota: MISIÓN FALLIDA

Me desperté, abría mis ojos lentamente, los sentía como si estuviesen pegados, poco a poco se abrían.

¿Qué era ese olor?, ¿Qué era esa luz?, ¿Habré muerto?.

Después de aquella batalla todo era posible, mi equipo había luchado muy bien. 

Algo sólido estaba a mi derecha, moví mi mano y sentí una nariz, la toqué, no era posible, era David mi fiel amigo, estaba muerto, muerto, sentía algo líquido a medida que rozaba su cara con mi mano, era sangre, supongo.




Mis ojos ya estaban casi abiertos, la luz se hacía más intensa, pero aún todo era borroso, era desesperante, deseaba que viera como antes, pero no podía. Traté de levantarme, di unos pasos pero tropecé, sentía que era un bebé aprendiendo a caminar. A pesar de que tenía los ojos borrosos pude identificar a la persona, era Fred, ¿estaría muerto?, realmente no lo sabía.


Sentía mucho calor, demasiado.

Todo se hacía más claro, unas llamas fue lo primero que vi, ¿estaría en el infierno?, bueno no sería extraño después de todo lo que había hecho. David y Fred no eran los únicos cuerpose que estaban allí, un poco atrás de Fred, estaba Marie su esposa, acompañada a los lados de sus hijas Catherine y Gretchen, era muy triste, todos estaban muertos. Todos mis amigos, esas personas con las que compartí los mejores días de mi vida estaban muertas, pero y ¿yo?, yo estaba vivo, ¿por qué no morí?.


Las llamas se hicieron más fuertes y el círculo de fuego se hizo más cerrado un "chac chac" indicaba que las llamas empezaban a llevarse al cuerpo de mi mejor amigo.


"Tú pondrás la bomba..." era como un flash, veía a un hombre de ojo azul claro pero sin pupilas, ¿quien era él? ¿era esto un recuerdo?

"Es muy simple, además qué prefieres" el hombre se paseaba por una habitación de piedra, vestía una túnica que se movía como lo hacen las cortinas sopladas por el viento.

"Eres el más fuerte", me agarró del cuello todavía podía recordar la textura de sus manos como rocas y el dolor insoportable que su contacto provocaba "Tú decides ¿vives o mueres?".


El círculo se cerraba el cuerpo de David ya había desaparecido entre las llamas y ahora las llamas deseaban llevarse al de Fred.


Al final del fuego una figura encapuchada era alumbrada por el fuego, a pesar de esto, todavía poseía un semblante oscuro y su rostro ni sus manos eran visibles, parecía que no contaba con esas partes del cuerpo.

"Toma mi mano" dijo la figura.

"¿Quién eres?" le pregunté, tenía mucho miedo.

"Eso no importa ahora" la voz era fría y hacía que mi corazón latiera con más fuerza "He escuchado toda tu conversación"

¿Cuál conversación? Yo no había dicho nada

"No te has dado cuenta que te estabas arrepintiendo porque eres humano y no conoces los sentimientos" la figura cruzó el fuego como si no estuviera allí, como si fuera pasto. "Los humanos ocultan sus sentimientos, como si fuera veneno" "En poco tiempo dejarás de ser humano y todo será más claro"


No pensaba tomarle la mano a ese hombre y si era alguien que quería asesinarme, o si no era real.

"Soy muy real" el hombre me leía la mente, eso era imposible "Si, es posible, leo mentes, lo que debes saber es que te voy a salvar de una muerte dolorosa" "Al tomar mi mano iremos a un lugar tranquilo, irás con todos tus amigos, ellos te perdonaron" 

De una de las mangas unos gusanos comenzaron a salir, bueno al menos eso parecían.

"Son mis manos" dijo la figura "Eso es lo que sufres cuando tratas de escapar de la muerte"

Le tomé las manos, estaban frías y babosas, nos elevamos en el aire, no sentía mis pulmones mi corazón dejó de latir, no respiraba, pero al parecer no necesitaba respirar para vivir, me sentía libre, no sentía más inseguridad, ni odio, ni dolor, ya no recordaba como se sentía tener odio o rabia. Una luz estaba ante mi, las manos del hombre ahora eran gruesas, eran manos normales y un rostro humano y hermoso se ocultaba detrás de la capucha

"Espero algún día verme así para siempre" dijo el hombre "Pero tengo una deuda que cumplir".

Si bien con esta frase no hubiera entendido nada, ahora sentía saber todo,sabía quien era ese hombre, que había hecho.  Ahora lo entendía todo y sabía donde estaba.


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