EL TESORO

"El tesoro más grande lo encontrarás en el centro de tu universo, solo se descubre cuando se quitan los muros que la cubren y dejas vivo el interior"

Esto se podía leer en un mapa del tesoro encontrado hacía siglos, se decía que quien encontrara el Tesoro sería poseedor de la mayor riqueza del mundo. Esto atrajo la atención de todos los hombres del mundo, pero sólo los más aventureros, ambiciosos y valientes decidieron buscar el tesoro, así lo hicieron sus hijos, y los hijos de sus hijos.

Escaladores subieron todas las montañas del mundo, marineros atravesaron todos los océanos, mares y lagunas para encontrarlo, incluso algunos astronautas, codiciados por la riqueza, viajaron al espacio. A pesar de ello, pasaron años, décadas y siglos y sin embargo nada ocurrió y poco a poco las personas se interesaron menos por el tesoro.

Una vez, un marinero decidió partir para buscar el tesoro, le parecía el momento perfecto porque ya casi nadie lo buscaba, pero el tenía un indicio, su padre había dicho que nadie lo había buscado en una isla porque era muy difícil de llegar, pero él, un excelente marino, se dijo que lo lograría.

Así el marinero partió, pasaron meses y un día su barco naufragó, el hombre pasó horas en el agua y de repente un hombre apareció junto a él, era la persona más hermosa que había conocido en toda su vida.

- ¿Quién es usted?- preguntó el marinero temblando por el frío.

- Soy la muerte- le respondió el hombre- Y te he venido a buscar, ha llegado tu hora.

Al marinero ya no le importaba su vida, había pasado toda su vida pensando sobre como obtener el tesoro, que no tenía nada que perder en su vida. "Así como mi padre" se dijo.

- Muerte, acepto que me lleves- dijo el marinero con valentía- pero me gustaría preguntarte ¿dónde está ese tesoro? ¿Cuál es ese tesoro?.

-Lo que ocurre es que ustedes los hombres piensan solo en el dinero, eso los hace ciego del potencial que poseen, de las riquezas que ustedes ya poseen, riquezas que valen más que cualquier cantidad de dinero en el mundo, si quieres que te haga un favor no te responderé o sino no descansarás en paz.

- Por favor Muerte, no tengo nada que perder, es lo único que ha motivado mi vida.

- Como lo desees- respondió el hombre- El tesoro más grande es la libertad, no la que nos permite tener derecho a la vida, o a la libertad de expresión, es mucho más grande, es la que nos permite ser libres, ser nosotros mismos, sin importar lo que los demás digan de nosotros (los muros que la cubren), lo que nos permite mostrar quienes somos en realidad.

El hombre murió decepcionado y tal como lo predijo la muerte no pudo descansar en paz.