NOCHE DE CELEBRACIÓN Y MUERTE

Gritos de alegría se escuchaban por todo el mundo mágico, la gran amenaza, El Rey Oscuro, había sido vencido y destruido.

- Con que Dimitri lo logró Gobernador en Jefe- dijo Mark un hombre de unos veintitantos, alto y blanco como la leche.

- Ese muchacho tiene talento, siempre tuve esperanzas en él, sabía que lo lograría- mintió el Gobernador en Jefe- Y ahora Gobernador Hogan si me disculpa, yo también debo celebrar.

Mark Hogan no entendía porque no se sentía como los demás, se sentía incompleto, nada satisfecho, cuando debería sentirse alegre porque la guerra había acabado, pero debía ser comprensible después de luchar por más de 10 años contra El Rey Oscuro y ahora en pocos minutos todo había acabado.




Mark entró lentamente en las ruinas de la Torre Oscura, donde minutos antes habían muerto conocidos, donde minutos antes se había librado la batalla del siglo, llegó, aún con miedo, a donde siempre se sentaba El Oscuro y desde la ventana, a lo lejos, vio una sombra, pensó haber alucinado.

En el mundo normal, la noche era silenciosa, el sonido de los grillos era el único que molestaba al silencio. Dimitri caminaba a través de la calle silenciosa, abría la puerta de su casa, donde vivía junto a su hermano Daniel y sus padres quienes habían sido asesinados atrozmente por El Oscuro, hacía ya 2 meses. Dimitri sabía que no le quedaba mucho tiempo debía apurarse, debía hacer que su hermano creyese. Desde pequeño Daniel había rechazado sus poderes, odiaba la magia, pero ahora era su trabajo.

- Daniel debemos hablar- dijo Dimitri sin poder evitar sonar nervioso.

-¿Qué? ¿Por qué suenas así? ¿Qué te ocurrió?- preguntó su hermano al verlo lleno de mugre.

- Tengo poco tiemp, pero debes creer que tienes magia, te salvará es tu momento- le dijo Dimitri.

-Ay Dimitri no me vengas con esa broma de mal gusto, la magia no existe.

- Daniel escu...-pero Dimitri no pudo terminar la frase, un sonido de vidrio roto había interrumpido la conversación. En la sala todas las ventanas estaban quebradas.

- Daniel, escucha...

- ¡Para ya!- le reprendió Daniel- Debo llamar a la policía.

- Debes usar tu magia Daniel, piensa en que debes defenderte- le decía Dimitri, estaba desesperado.

- ¡¿De qué demonios hablas?!-gritaba desesperado Daniel.

- DIMITRI FOSTER CREES HABERME VENCIDO- una voz de miedo, profunda, gruesa había matado al silencio, al escuchar la voz se sentía al corazón detenerse por unos instantes, porque incluso éste le tenía miedo.

- ¿Qué...es...eso?-preguntó lleno de miedo Daniel.

- Quédate aquí- le exigió su hermano, quien caminó hasta las escaleras, Daniel lo siguió, se escondió detrás de una pared y se asomó un poco para ver lo que ocurría.

Lo que vió le hizo tener que retener un grito, al pie de la escalera una figura envuelta en una capa negra como puntiaguda,  su cara estaba cubierta de cicatrices y quemaduras, como si fuese una película de terror y de la parte de abajo del traje, ocultando sus pies, un humo negro salía.

- MORIRAS- dijo el hombre, movió el brazo y de su mano una bola negra salio disparada.

Dimitri sin poder reaccionar recibió el impacto de la bola, voló por los aires y rompió la ventana para descender en el jardín.

-DIMITRI- gritó Daniel, pero no pudo hacer nada el hombre de cicatrices le tomó por el cuello.

- Acabemos con el último de los Foster- le susurró al oído.

- No acabarás conmigo- y sin poder agregar más de sus manos se disparó un humo azul que hizo que El Oscuro volase por los aires y cayera sobre una mesa que se usaba para comer.

3 hombres aparecieron en la sala.

- ¿Habremos llegado a tiempo?- preguntó el que estaba en medio.

- DIOS MÍO- gritó el de la izquierda- Tenías razón Mark El Oscuro no ha muerto.

- Para matarme necesitarán más que un simple chico- Río y con un grito ahogado desapareció

- Mi hermano- dijo Daniel con lágrimas.

Los 4 corrieron al jardín, pero no se podía hacer nada, Dimitri estaba muerto.

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