Lo que contaré no se si es una leyenda o una historia que en realidad ocurrió, lo cierto es que dicha historia la comentaron la gente de pueblo por años.
En el mundo de los monstruos había nacido un monstruo que no era tan horrible, era se podía decir hasta muy lindo, mientras la madre estaba durmiendo, la enfermera a través de un portal se dirigió al mundo normal y compró una máscara de Halloween. Regresó rápidamente y se la colocó al bebé monstruo. El chico creció y a pesar de que su cara era una de las más tenebrosas, su forma de ser hacía que otros monstruos se burlaran de él, pero a éste no le importaba y no entendía porqué los monstruos debían ser tan crueles, porqué no podían ser más humanos, se preguntaba constantemente.
Cuando el monstruo llegó a la mayoría de edad se dio cuenta que su rostro era cubierto por una máscara, decidió quitársela, pero al enterarse su madre le dijo molesta. “Si te quitas la máscara, te irás de la cueva”, el pobre chico monstruo estaba devastado, su propia madre, no lo aceptaba como era.
Pasados 2 años el adulto monstruo se quitó la máscara, y le dijo a su madre “Si el inventor de monstruos me ha creado así, entonces yo deberé aceptarlo y espero que tu también lo hagas”.
El final de la historia es muy diverso, algunos dicen que no está escrito aún, otros dicen que la madre monstruo no lo aceptó y el hijo aunque un poco triste vivió su vida sin saber más de su madre y los más positivistas de la aldea afirman que la madre aceptó a su hijo y se disculpó con éste, ya que, ¿qué madre no aceptaría a su hijo como fuese?.
Lo que ninguno se percató era que la madre no era humana, era un monstruo.
Comentarios
Publicar un comentario