NOTA DEL AUTOR: LA PRESENTE HISTORIA SUELE SALIR DE MI NORMALIDAD, PERO COMO ES DEBER DE UN AUTOR SIEMPRE BUSCAR LO INESPERADO Y SORPRESIVO ESTA HISTORIA REALMENTE LO LOGRA, PUES MI NOTA 60 ESTÁ DEDICADA A LO MÁS INESPERADO Y SORPRESIVO DE LA VIDA DE UNA PERSONA: EL AMOR
Y allí estaba, la persona que amaba, la persona que había generado unos sentimientos extraños en mi, sentimientos que traté tantas veces de negar, sentimientos que pensé que se trataban de otros, quizás era envidia o celos al no poder ser igual. Me equivoqué, lo sabía, mas ahora lo aceptaba, porque sabía que no había nada de malo en estar enamorado. El amor es quizás el sentimiento más difícil de describir, es una emoción mezclada con nervios y angustia, con alegría y tristeza, con esperanzas y desesperanzas; era en fin un sentimiento que me arrepentiría no volver a sentir.
Bailaba con otra persona, el temblor de mi estómago aumentó y sentí ira, rabia y celos; al mismo tiempo sentí inseguridad. ¿Sería posible…?. No, quizás no me amaba. Ahora sentía miedo, miedo por arruinar una gran amistad, miedo por dejar de hablar con la única persona que me hipnotizaba al hablar, con su suave y tranquilizante voz, con su sonrisa que me emocionaba y me tranquilizaba.
Me vio y me sonrió, ahora ocurría un verdadero terremoto en mi estómago, hacía calor pero tenía frío. Dejó de bailar y vino hacia mi.
- Me dijiste que querías decirme algo- me dijo un poco nervioso- Lo cierto es que yo también tengo algo que decirte.
- Dime tú primero- le dije nerviosamente, fue muy difícil para mi cerebro hacerme decir esas palabras.
Pero antes de que pudiera decirme algo, alguien le pidió que bailaran y mi querido amor aceptó obligado. Me puse rojo, rojo de furia, rojo de celos, rojo de pena y entonces estallé, estallé por dentro.
“ Es imposible que terminen juntos, no te ama” y como un eco ese pensamiento resonó una y otra vez en mi cabeza, tanto así que incluso pensé que los demás podían oírlo.
Era un caso perdido. Caminé hasta la puerta…
- Oye- me dijo- ¿Te vas tan temprano?
Aún no entiendo porque fue en ese momento, aún no comprendo si no analicé las consecuencias pero aún así lo solté todo.
- -Mira, tengo miedo de perder lo que tenemos, tengo miedo de que no me hables más pero sino me desahogo siento que mi corazón va a estallar- dije todo tan apuradamente que no sabía si me había entendido.
Simplemente me sonrió, no articuló palabra alguna.
- - ¿Por qué me sonríes?- dije casi gritando- Es que no entiendes que todo podría acabar hoy.
- -Creo que entiendes a qué te refieres- dijo sin detener de sonreir.
Creo que iba a vomitar, y no precisamente la cena, iba a vomitar mi corazón.
- -NO TÚ NO ENTIENDES- grité y ahora hasta yo me veía como un loco, por qué estaba gritando- JAMÁS SABRÍAS LO QUE ESTOY SINTIENDO.
- Creo que lo puedo entender muy bien.
Lentamente nos acercamos, todo a mi alrededor se detuvo, el tiempo se congeló, todo era una foto, lo único en movimiento éramos nosotros, sus labios tocaron los míos, los míos le agradecieron. Su mano acarició mi cuello, la mía su cintura, su mano pasó por mi cabello y cuando nos despegamos todo se empezó a mover nuevamente.
- - ¿Lo entendí?- preguntó con su sonrisa
- -Me impresionas, lo entendiste mejor de lo que creí- le respondí sonriendo
- -Ciertamente hoy es el fin de lo que éramos, pero es el inicio de algo nuevo.
Y agarrándome la mano y la cintura, bailamos toda la noche.
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