Cuando los humanos fueron creados en la tierra, la diosa Falacia, quien era las diosa de la naturaleza detestó a la raza humana. Al principio cuando el Dios Rey creó la tierra, en ella sólo habitaban las montañas y los ríos, Falacia dominaba la tierra y por ello la llamó de esa forma para recalcar que era la Tierra la reina.
Cuando el Dios Rey se dio cuenta que Falacia estaba embriagada de poder, decidió darle una lección, así que creó a la raza humana a la cual no podría dominar. Los humanos beberían de su agua, comerían de sus frutos y dormirían en su refugio natural. Falacia por muchos años aguantó el dolor que le provocaba el fuego que hacían los humanos, maldijo el día en que aquel rayo le dio la idea al imbecil cavernícola de crear fuego. Falacia no se detuvo y creo ventiscas, nevadas, la gran conocida Era del Hielo para controlar a los humanos, pero no pudo, el Dios Rey se lo había advertido era una raza que no podría controlar.
Sin embargo el día del solsticio de invierno, el Dios Darandre, quien era conocido por sus dobles intenciones, apareció en la tierra. Darandre fue castigado por los Dioses debido a que había provocado caos entre estos. Darandre fue sentenciado al exilio y sólo podría regresar al universo un sólo día, el 21 de diciembre, como recuerdo de lo que perdió por haber traicionado a sus hermanos.
Esta vez Darandre convenció a Falacia de que entendía su dolor y que es por ello que la ayudaría
-Oh tu gran diosa, cuyo poder ha sido injustamente debilitado por la invasión de esta raza inferior, dejame recompensarte
-Te serviré por siempre oh mi gran señor si logras destruir a los débiles
- Lamentablemente no puedo destruirlos
- Entonces hazle sentir el peor dolor que haya existido nunca
Y Darandré creó entonces al amor. El amor era el peor dolor porque en un principio daba gran felicidad pero conforme al tiempo se oxidaba, se corrompía, se terminaba provocando la peor desesperación y miseria en las personas. En un principio Falacia estuvo complacida, pero conforme el tiempo el amor se reprodujo y tuvo otros sentimientos, la pasión, la ambición y el deseo. Así entonces se construyeron imperios, se ganaron batallas y se avanzó hacia el progreso. Conforme el tiempo lo que en un principió era solo un simple fuego, se convirtió en basura, en tóxicos, químicos se revolvían y debilitaban a Falacia, mientras más amor había más destrucción también. Los hijos del amor generaron caos, los pulmones de falacia ya no respiraban. Falacia había envejecido su piel estaba carbonizada, su sangre era un flujo de químicos.
El siguiente solsticio de invierno Darandré aparecio a Falacia y burlandose le dijo "la venganza y el odio sólo trae más destrucción, cuando se crea amor con personas que no lo merecen el resultado puede ser caótico. El amor es uno de los seres más hermosos que yo haya visto jamás, pero dáselo a gente que no lo merece y este es el resultado, no sólo termina acabando con quien lo recibe sino con quien lo da".
NOTAS DE JONH WALK
Poco se sabe de Darandré algunos dicen que el cuerpo narcotizado de Falacia era lo que necesitaba para volver al poder, otros dicen que simplemente regresó a su prisión puesto que no le interesaba gobernar un caos. Todos las leyendas coinciden de que la risa de Darandré se ha hecho cada vez más resonante, sus tormentas resuenan con mayor intensidad cada día, tanto así que muchos locales dicen que los Dioses han dejado sus puestos para hallar su paradero.
Sobre si esta historia es verdad o mentira, no sabría decirlo, una de las cosas que más me llamó la atención durante mi visita a la tribu indígena con esta creencia fue que el nombre de nuestro planeta sigue siendo Tierra, debido a la ansiedad constante alrededor de esta inquietud decidí preguntarles por qué la tierra sigue teniendo ese nombre. La respuesta fue aún más abrumadora, Darandré impuso a los humanos a que su planeta se siguiera llamando Tierra ya que a pesar de que Tierra o Falacia ya no tenía el control, había sido la responsable del caos que habita en ella.
Esta pequeña tribu en las islas Ayrutu, (lugar muy escondido que no conocerías mi apreciado lector) saben muchas cosas que han conquistado el interés de mi alma y de mi corazón. He pasado más de un año en su compañía y aún me cuesta entender sus costumbres.
Probablemente en el momento en que leas este relato ya habrá pasado un año desde el momento en que lo escribí. Las islas Ayrutu son de dificil acceso y establecer contacto tarda tiempo y mucho dinero.
Yo seguiré aquí, escuchando estas historias entendiendo porqué por ejemplo a los muertos no se les entierra sino que mas bien se les cuelga de los árboles.
Me comunicaré pronto o eso espero.
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