EL ARBOL DE VIDA PT.1

Alo? Alo? no se si me escuchan en este momento, ni siquiera sé si encendí correctamente el grabador, no veo nada todo está oscuro, tengo tierra hasta en los oidos, no puedo ver ni tampoco quiero ver, porque no quiero aceptar lo que acabo de ver, lo que acabo de oír y menos lo que me acaba de pasar. Pero no se pueden contar las cosas desde el final, todo tiene un inicio.

La semana pasada llegué al pequeño pueblo de Foxwater, aquí había nacido y me habían críado hasta que a los 19 años tomé un tren para conocer la ciudad, y una vez que viví allí un mes nunca más quise regresar. Visité la vieja casa de mi tía, Sonia Faraway o como hoy la conocen, Miss Carmicachel.

Miss Carmicachel es la mujer más supersticiosa del pueblo y quizás del mundo, los martes 13 no va a trabajar, siempre tiene un amuleto de la suerte para cualquier momento del día. Los paraguas no están permitidos dentro de su casa. Los jardineros tienen prohibido plantar un número par de flores, siempre deben plantar 3, 5,7,11 más nunca verás conjuntos de 4,6 o cualquier otro número par de flores.

Miss Carmicachel, tiene una hija Johanna Carmicachel, quien recientemente acababa de cumplir los 20 años, Johanna era una chica muy ignorante, no ignorante no es la palabra, se podría decir mas bien, muy ordinaria. No tenía modales al momento de hablar, ni tampoco era muy respetuosa, para ella el dinero de sus padres era más que suficiente para lograr todo lo que quería.

Mi visita al pueblo luego de 13 años no fue voluntaria, mas bien, mi tía me ordenó a que fuera al pueblo, al parecer necesitaba a un abogado urgentemente, y como no confiaba mucho en las personas, le pareció mejor usar a su sobrino abogado. Al llegar no tuve tiempo de observar lo mucho que el pueblo había cambiado, mi tía me tomó de la mano y practicamente me arrastró dentro de la casa.

Nos reunimos en un pequeño salón, Miss Carmicachel cerró las ventanas, corrió las cortinas, y antes de hablar, reposó su oido y lo arrastro por las paredes, como si intentara escuchar alguna conversación ajena, rápidamente se podría decir que me "aclaró de dudas", cuando me dijo que estaba intentando ver si no había moros en la costa. Sin nisiquiera preguntarme sobre cómo había estado los últimos 13 años desde la última vez que me vio, me pidió que modificara su testamento, sus palabras las recuerdo perfectamente

"Sobrino, estoy muy enferma y no dudo en que moriré en máximo 3 años, Johanna me ha decepcionado ultimamente, siempre ha sido un poco vulgar, pero me han molestado ultimamente sus creencias, habla con los brujos del pueblo, lee las cartas, habla sobre unos dioses extraños, yo no la entiendo, pero creo que era algo de esperarse porque tu siempre has sabido como las amistades han influido siempre en ella, te pido sobrino que la saques del testamento y que en su lugar pongas a Jason Cavanaugh, un jóven que se ha convertido en mi más leal amigo en los últimos años, siempre ha tenido problemas económicos y espera casarse el año que viene"

Luego de hacer los papeles correspondientes, cené con la familia Carmicachel, fue una de las experiencias más detestables de mi vida, el Sr Carmicachel empezó a hablar de su trabajo en las industrias Flamin, que no les sé decir realmente a qué se dedica, luego cuando la cena acabó, el teléfono sonó, mientras yo subía para acostarme, no pude evitar escuchar lo que decía

"El momento llegará mañana" hubo una pausa luego respondió "cada cosa a su tiempo"

No entendí a que se refería, qué momento, qué tiempo. Intrigado entré a su estudio que estaba en el tercer piso de la casa, en la mesa había una chequera abierta, un cheque de una alta cantidad de dinero se estaba enviando a una extraña compañía, buscando por el celular dicha compañía no existía, no sabía si informarle de mi descubrimiento a mi tío, pero porque tenía mucho dinero y porque quería ser precavido y que no me llamara entrometido o hiciese algo peor me quedé callado, en un cuaderno donde anotaba sus gastos, pude apreciar que enviaba un cheque con un mismo monto todos los meses, era destinado a Robbie C. Busqué a algún Robbie en la sección "C" de su agenda pero no encontré a nadie así solo encontré a Sonia Carmicachel y Johanna Carmicachel.

Pensando que las cosas no podían ser más extrañas, me di cuenta que me había equivocado, bajando al piso donde se encontraba mi habitación observé mientras bajaba las escaleras, a un extraño hombre vestido de blanco hablando con Johanna, traté de estar quieto y con la esperanza de que la oscuridad me camuflara, aunque lo dudaba.

"Johanna todo tiene su momento"- dijo el hombre de blanco
"Pero maestro ya lo tengo todo planeado"
"Johanna hacer eso es un peligro, si haces eso las consecuencias serían..."
"Sé cuales son las consecuencias idiota, es más quiero que ocurran las consecuencias, porque de esa forma todo se solucionará"
"Pero..."
"Callate no tienes derecho a meterte en mi vida, tiene que pagar, va a pagar"

En ese momento no sabía que hacer, bajé con el mayor sigilo pero al pie de la escalera giré la cabeza para ver si alguien del piso superior me había visto, de repente choqué contra algo, ¿sería una persona?, no podía ver, me asusté y caminé rapidamente, cuando me di cuenta que me había asustado por chocar contra una pared, era muy tarde, porque en ese momento tropecé con Johanna, quién me miró molesta.

"Sé qué estas haciendo aquí"- dijo Johanna amenazadoramente,

En ese momento no supe que responder, sólo quedé en silencio esperar volver con vida a la ciudad en 2 días.

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